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viernes, 21 de abril de 2017

CUANDO DICES



Cuando dices...



Cuando dices: "Es imposible" Dios dice: "Todo es posible". (Lucas 18:27)

Cuando dices: "Estoy muy cansado." Dios dice: "Yo te haré descansar". (Mateo 11:28-30)

Cuando dices: "Nadie me ama en verdad." Dios dice: "Yo te amo". (Juan 3:16 y Juan 13:34)

Cuando dices: "No puedo seguir." Dios dice: "Mi gracia es suficiente". (II Corintios 12:9 y Salmos 91:15)

Cuando dices: "No puedo resolver las cosas." Dios dice: "Yo dirijo tus pasos". (Proverbios 3:56)

Cuando dices: "Yo no lo puedo hacer." Dios dice: "Todo lo puedes hacer". (Filipenses 4:13)

Cuando dices: "Yo no soy capaz." Dios dice: "Yo soy capaz". (II Corintios 9:8)

Cuando dices: "No vale la pena." Dios dice: "Si, valdrá la pena". (Romanos 8:28)

Cuando dices: "No me puedo perdonar." Dios dice: "Yo te perdono". (I Juan 1:9 y Romanos 8:1)

Cuando dices: "No lo puedo administrar." Dios dice: "Yo supliré todo lo que necesitas". (Filipenses 4:19)

Cuando dices: "Tengo miedo." Dios dice: "No te he dado un espíritu de temor". (I Timoteo 1:7)

Cuando dices: "Siempre estoy preocupado y frustrado." Dios dice: "Hecha tus cargas sobre mi". (I Pedro 5:7)

Cuando dices: "No tengo suficiente fe." Dios dice: "Yo le he dado a todos una medida de fe". (Romanos 12:3)

Cuando dices: "No soy suficientemente inteligente." Dios dice: "Yo te doy sabiduría". (I Corintios 1:30)

Cuando dices: "Me siento muy solo." Dios dice: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". (Hebreos 13:5)

miércoles, 19 de abril de 2017

NO TE DETENGAS ANTE LAS PRUEBAS


No te detengas ante las pruebas


Por el contrario, debes permanecer firme y valiente para enfrentarlas.

La valentía no es símbolo de quien es más fuerte, sino de quien es más sabio; no es símbolo de pelear; sino de luchar, no te enfrenta ante el mundo; sino que te enaltece.

Cada prueba que debemos pasar se convierte en una nueva experiencia de vida, la cual nos enseña para que no volvamos a caer en los mismos errores que una vez cometimos.

Nos va madurando y nos hace ver las cosas desde otras perspectivas muy diferentes a las que posiblemente poseíamos tiempo atrás.

Cada prueba es un paso hacia la verdadera vida, hacia la felicidad, hacia nuevas metas...

Es por eso que no debes detenerte ante ellas, sino mostrarles que no tienes miedo, y que puedes lograr todo lo que deseas; porque estás despierto a superarlas

lunes, 17 de abril de 2017

INSTRUCCIONES PARA VIVIR EN LA TIERRA


Instrucciones para vivir en la tierra



Recuerdo que antes que yo naciera, estaba preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría. Entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra. Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:

• Sé como el sol. Levántate temprano y no te acuestes tarde.

• Sé como la luna. Brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.

• Sé como los pájaros. Come, canta, bebe y vuela.

• Sé como las flores. Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.

• Sé como el buen perro. Obediente, pero nada más a su Señor.

• Sé como la fruta. Bella por fuera, saludable por dentro.

• Sé como el día. Que llega y se retira sin alardes.

• Sé como el oasis. Da tu agua al sediento.

• Sé como el río. Siempre hacia adelante.

• Sé como la luciérnaga. Aunque pequeña, emite su propia luz.

• Sé como el agua. Buena y transparente.

• Sé como José. Cree en tus sueños.

• Sé como Lázaro. Levántate y anda.

Y sobre todas las cosas...

• Sé como el cielo: la morada de Dios.

Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar donde Tú quieres.

miércoles, 12 de abril de 2017

OLVIDA EL AYER


Olvida el ayer
Autor:C. Torres Pastorino



        "Recordar los malos ratos del pasado no aporta nada positivo al presente.

        ¿Por qué detenerse en el pasado si lo que importa es el futuro? El espejo retrovisor del automóvil te muestra el camino recorrido y sirve únicamente de aviso para ver los vehículos que te piden el paso y que podrían poner en peligro tu propio viaje.

        El pasado sirve de base al presente como los muros del primer piso que hoy sostienen la azotea de mañana.

        Quien está en el primer piso quiere sencillamente subir a la terraza y no detenerse escarbando en los cimientos de la casa porque encontraría sólo alacranes.

        Sube y contempla las estrellas que te muestran los caminos del futuro y deja que la animalidad se pierda entre los terrenos del suelo húmedo y frío.

        No vuelvas al pasado que se ha ido y no regresará jamás. Si regresara sería un gran impedimento para tu progreso.

        Lo que pasó, pasó. La vida pasada te dejó experiencias y conocimientos que tendrías que aprovechar.

        El estudiante experimenta en el laboratorio con instrumentos de química. Al salir del aula se lleva los conocimientos y deja las probetas y elementos porque ya no le sirven.

        ¿Qué ganamos con recordar errores, cuyas consecuencias nos hacen sufrir, si ya es imposible corregirlos y su recuerdo constante puede arruinar nuestro camino? Por eso, no vuelvas al pasado y mira hacia el porvenir.

        No remuevas la tierra con la azada y planta frutales que mañana te abriguen y alimenten.

        Olvida el ayer y orienta el corazón hacia mañana.

        Cuando el hoy despuntó con la aurora del nuevo día, el ayer había concluido.

        Táchalo en la hoja de tu vida.

        Prepara tus lecciones para el examen de mañana porque en el examen de ayer fuiste aprobado con notas demasiados bajas.

        Levántate y camina hacia lo alto y hacia adelante, dejando que los muertos en espíritu entierren a sus muertos (Mateo 8,22).

martes, 11 de abril de 2017

NADIE PUEDE VIVIR SIN AMOR

Nadie puede vivir sin amor
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.



Es tan importante el amor en la vida de las personas que de tan importante es verdaderamente sagrado. Pero no es sagrado porque es importante. Es sagrado porque es un don de Dios, algo que viene de lo alto, algo que no logramos los humanos haciendo de tripas corazón.


El amor es un don que se alcanza por la comunión con las Personas divinas, por la comunión con el Padre Dios y su Hijo Jesús que viven en este Espíritu de Amor, y nos bendicen con este don a los humanos. Y esta comunión con las personas divinas es el Amor de Dios y a Dios.


Por eso Dios desde el principio nos da los mandamientos, y estos mandamientos se resumen en el amor a Dios y al prójimo, pero no como algo que podamos lograr haciendo de tripas corazón. Este amor que Dios nos exige es un don que viene de lo alto, y hay que pedirlo con insistencia en la oración y buscarlo en los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía.


Concédeme Señor tu Espíritu de Amor.
Ven Espíritu Santo.

EL BURRO Y SU HISTORIA


Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
El burro y su historia
Lo importante para nosotros cristianos, es que tengamos muy bien puestas nuestras ideas en la cabeza y en el corazón.
 




El ambiente en que vivimos los hombres cada día es más hostil y complicado, nos confunden, y a la hora de la hora hasta nos hacen dudar; ¿lo que estamos haciendo está bien o está mal? nos preguntamos. ¿Cómo satisfacer el querer y el parecer de todos? labor difícil, más aún en un mundo con tanta información, tan cambiante y con tantas apreciaciones personales.

Lo importante para nosotros cristianos, es que tengamos muy bien puestas nuestras ideas en la cabeza y en el corazón, para que no pensemos, hablemos y actuemos como la mayoría lo hace, de lo contrario, seremos como veletas que se mueven de acuerdo al viento, y eso sí que sería catastrófico.

Vivamos nuestros valores, actuemos según nuestra conciencia formada y madura con los principios correctos y con la certeza de que lo que importa no es lo que dirán, sino lo que ve Dios y el bien objetivo que tengo que hacer. Él sabe perfectamente mi intención y las convicciones que me mueven a actuar... ¿Cuántos de nosotros tal vez vivimos lo que esta familia vivió? no sé si decir, pobre burro o  pobre familia. Al final, tú puedes sacar tu propia conclusión, esperamos coincidir…

Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así, se fueron los tres con su burro.

Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba: “¡Mira ese chico mal educado; él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes, llevándolo de las riendas!”. Entonces, la mujer le dijo a su esposo: No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él.

Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: “¡Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima!”. Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas.

Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba: “¡Pobre hombre! Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre!”. Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro para comenzar nuevamente su peregrinaje.

Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían: “¡Son unas bestias, más burros que el burro que los lleva, van a partirle la columna!”

Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro.

Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes: “¡Mira a esos tres mensos: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos!”

¿Cómo complacer a todos?, realmente un misterio y una proeza, ¡vaya aventurita que se dieron estos pobres! Siempre habrá alguien que te critique, que hable mal de tí y será difícil que encuentres alguien a quien le conformen tus actitudes.

Entonces:

¡Vive como creas y según tus principios! ¡Haz lo que te dictamine tu conciencia y el corazón! Una vida es una obra de teatro que no permite ensayos.

Por eso:

¡Vive tu vida, no solo existas, cada día canta, ríe, ama, crece y lucha por tus convicciones! ¡Vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos!

EL ALUMNO


EL ALUMNO 


El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.

Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime.

Casi con reverencia le dijo al maestro:

- ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?

- Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo. 

miércoles, 5 de abril de 2017

EL NAUFRAGIO


El naufragio



El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña e inhabitada isla. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.

Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo.

Lo peor que había pasado, es que todas sus cosas las había perdido.
El estaba confundido y enojado con Dios, y llorando le decía:
— ¿Cómo pudiste hacerme esto? ... Y se quedó dormido sobre la arena.

Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y les preguntó

— ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?

Y sus rescatadores le contestaron

— Vimos las señales de humo que nos hiciste.....

Moraleja:

Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón, porque Dios esta trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento.
Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... puede ser simplemente una señal de humo que surge de la Gracia de Dios.
Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos que Dios tiene una respuesta positiva a ello.

martes, 4 de abril de 2017

EL AMOR ES AMABLE


“El amor es amable”



1)  Para saber
Una cualidad que San Pablo señala es que “el amor no obra con rudeza”, lo cual, dicho de modo afirmativo, significa que el “amor es amable”, como señala el Papa Francisco. Sus modos, sus palabras, sus gestos no pueden ser ásperos ni rígidos, es más, el amor detesta hacer sufrir a los demás.
Como escribe Octavio Paz, a quien cita el Papa, “la cortesía es una escuela de sensibilidad y desinterés”, en que hay que aprender a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar”.
El Papa nos recuerda que el amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas redes de integración, construye una trama social firme.


2) Para pensar
Se cuenta que un pobre joven cumplía en la cárcel los años de la condena por haber cometido un grave delito. Un día visitó la cárcel un sacerdote. Le dio mucha pena ver a ese joven muchacho entre criminales de oficio. Así que se acercó a él cariñosamente, le puso la mano sobre el hombre con gesto paternal y le preguntó: “Pero hijo, ¿tú también aquí?”. El joven se conmovió sinceramente ante ese gesto, brillaron lágrimas en sus ojos y respondió en voz baja: “¡Oh, señor, yo no estaría aquí si antes alguien me hubiera puesto la mano así sobre el hombro!”
Y para aprender desde la familia a ser amables, podemos aprender del lenguaje amable de Jesús. En el Evangelio encontramos diversas expresiones que reconfortan y dan aliento, como cuando se dirige a un paralítico: “¡Ánimo, hijo!” (Mt 9,2); o cuando se encuentra a una madre que pide por su hija: “¡Qué grande es tu fe!”; en otras ocasiones consuela: “¡No temáis!”; en otras alienta y estimula “¡Levántate!”; otras anima: “¡Sígueme!” No son palabras que humillan o entristecen, sino que estimulan.
Podemos pensar cómo es nuestro lenguaje, si acaso no le faltará amabilidad. Lo podemos descubrir en los rostros de quienes nos escuchan, o podemos preguntar con quienes conviven con nosotros.


3) Para vivir
En un artículo sobre la amabilidad firmado por Alfonso Zermeño, recomendaba seis reglas para practicarlas en nuestra convivencia familiar y social, pues como dice Santo Tomás de Aquino, citado por el Papa: “Todo ser humano está obligado a ser afable con los que lo rodean”.
1ª Saludemos a los demás con entusiasmo.
2ª Interesémonos por el nombre de los demás. Hagamos un esfuerzo para aprender los nombres hasta que lo logremos. Incluso a todas las personas, también de quien nos atiende en un comercio un servicio.
3ª Conocer la fecha del cumpleaños de las personas para felicitarlas en su día.
4ª Prestar atención a lo que la otra persona dice o cuenta, aunque ya lo sepamos. Ser siempre un buen oyente.
5ª Si se va a visitar a una persona, especialmente a un enfermo, averiguar qué temas le agradan más, para hablar de ello.
6ª Hacer una lista de las cualidades que tiene alguien que nos es antipático, y al pensar en ellas aumentará la simpatía.



* Pbro. José Martínez Colín

lunes, 3 de abril de 2017

EL SECRETO... MIRARSE AL ESPEJO


¿El secreto? Mirarse al espejo



Muchas veces creemos que las raíces de nuestros problemas están en los otros. ¿Va mal el matrimonio? Acusamos al esposo, a la esposa, a los suegros, a los hijos. ¿No funciona nuestra empresa? El culpable es el jefe, o un compañero desleal, o el Estado con sus impuestos. ¿Estamos deprimidos? La culpa es de la contaminación, del agujero de ozono, de los cláxones de los coches. ¿Estamos de mal humor? En las mil dificultades de la vida siempre podemos señalar, con el dedo de la memoria, a un culpable fuera de nosotros.

No siempre nos damos cuenta de que podríamos dar un vuelco radical a muchos problemas si nos mirásemos en el espejo. Tras una discusión familiar, me veo y me pregunto: ¿qué parte de culpa tengo en el problema? ¿Cómo puedo actuar para que la solución empiece a ser realidad? Es muy cómodo sentarse ante la televisión y acusar siempre a la esposa o al esposo. Es difícil pensar, en serio, si no hay algo que dependa de mí y que pueda mejorar mucho las cosas o, al menos, hacer más llevadero un momento de conflicto.

Muchos matrimonios fracasan precisamente porque se espera que la otra parte cambie. La suegra o el suegro deben portarse bien. El esposo debe llegar a tiempo al hogar. La esposa debe gastar menos, cocinar mejor o tener más limpia la casa. Los niños deben estarse quietos todo el día en su cuarto y portarse como muñecos de escaparate... Siempre pensamos en los otros. De nuevo, miremos al espejo: ¿no puedo cambiar mi actitud ante este problema? Quizá mi esposo no va a dejar de ser como es, o la suegra tiene ya una personalidad calcificada. ¿Hay algo que dependa de mí y que me permita salvar un amor matrimonial o familiar que quiero, de verdad, constante y limpio?

No todos, ciertamente, tienen “madera de héroes”. Hay situaciones que son insoportables. Pero otras se podrían arreglar con un poco de buena voluntad, una palabra a tiempo para aclarar la situación, y algún espejo con el que hablar de vez en cuando. Es hermoso ver a parejas que no sólo han sobrellevado un problema grave (no tener hijos, o tener un hijo con discapacidad, o sufrir por culpa de un familiar realmente pesado), sino que han sabido salir airosas y han crecido en el amor. Cada uno se miró en el espejo y puso lo que estaba de su parte para que la situación no explotase. Otros, en cambio, han fracasado, simplemente porque acusaron completamente a la otra parte y sólo pensaron en sí mismos como víctimas.

Es bueno mirarse al espejo. Quizá incluso es muy bueno mirarse al espejo como pareja, y hablarse así, en forma cruzada, “a cuatro”, para aclarar algún jaleo familiar. Para los cristianos, existe todavía un método mejor: mirarse en el espejo “a cinco”, con un crucifijo que recuerde que el matrimonio es algo querido por Dios. Con Cristo a nuestro lado todo puede tener un matiz distinto. Y las soluciones, aunque cuesten, se pueden encontrar con un poco de ingenio y un mucho de amor.


Fernando Pascual

viernes, 31 de marzo de 2017

VIVIR


VIVIR



Vivir, es vibrar a cada instante, ante la emoción de percibir
la maravilla de la creación que nos rodea.

Vivir, es entender que cada minuto que transcurre no volverá.

Es atraparlo intensamente, porque forma parte del tiempo,
que sabemos ha quedado en el ayer.

Vivir, es saber dar lo mejor de nosotros, es vibrar en la bondad,
y llevar a su máxima expresión, nuestra capacidad de ser.

Vivir, es gozar los momentos bellos
y desafiarse a sí mismo ante las adversidades.

Vivir, es aprender más cada día, es evolucionar y cambiar
para hacer de nosotros un ser mejor que ayer,
un ser que justifica su existir.

Vivir, es amar intensamente a través de una caricia,
es escuchar en silencio la palabra del ser amado.

Es perdonar sin réplica una ofensa es aspirar la presencia del otro,
es besar con pasión a quien nos ama.

Vivir, es contemplar apaciblemente, la alegría de un niño,
escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin protestar.
acompañar con gratitud la ancianidad en su soledad.

Vivir, es comprender al amigo ante la adversidad y aunque
se tenga mil argumentos para contradecirlo o justificarlo,
finalmente sólo escucharlo, es tener la capacidad de
regocijarme ante sus triunfos y su realización.

Vivir, es sentir que nuestro existir no fue en vano
y en la medida en que nos atrevamos a dar lo mejor de nosotros
en cada momento, logremos manifestar 
la grandeza de nuestra alma para amar.

Vivir, es permanecer en paz ante la presencia de Dios,
contemplando en silencio la inmensidad de su Ser.

Vivir, es vibrar y sentir, es amar y gozar,
es observar y superar, es dar y aceptar,
es ser y permanecer, es comprender que nuestro tiempo
es lo único que poseemos para realizar plenamente nuestro ser.

miércoles, 29 de marzo de 2017

EVITAR UN CORAZÓN DURO


Evitar un corazón duro



1)  Para saber
En la Misa del pasado jueves, el Papa Francisco advirtió del peligro de dar la espalda a la Palabra de Dios: “Se puede perder el sentido de la fidelidad y convertirse en católicos paganos, en católicos ateos”.

Explicó diciendo que “cuando no nos paramos a escuchar la voz del Señor terminamos por alejarnos de Él, le damos la espalda. Y si no escuchamos la voz del Señor, escuchamos otras voces…”.
En el mundo hay voces seductoras que quieren distraernos de lo principal, de nuestros deberes y nos invitan a vivir de modo superficial. Por ejemplo, es el caso de estar entretenidos en los celulares, video juegos, televisión que, sin ser malos de suyo, pueden hacer que les demos más importancia que a los demás: sea cónyuge, madre, hijo, hermano… Nos separan de nuestro deber y, por tanto, de la voluntad de Dios: nos impiden amar. En vez de ser entretenidos se convierten en entrete-ni-Dios.

2) Para pensar
Se cuenta que estaban reunidos fray Gil, fray Simón, fray Rufino y fray Junípero. Hablaban de cómo evitar ser seducidos por las voces de las tentaciones. Fray Gil preguntó: “¿Cómo hacen para vencer las tentaciones de impureza?”

Fray Simón respondió: “Yo considero la vileza y torpeza del pecado, y así la veo como una grande abominación”.

A su vez, fray Rufino dijo: “Yo me echo tendido por tierra y estoy en oración para implorar la clemencia de Dios y de la Madre de Jesucristo”.

Fray Junípero por su parte añadió: “Cuando yo oigo venir el ruido de la sugestión diabólica, acudo inmediatamente a cerrar la puerta de mi corazón, y pongo dentro, para seguridad de la fortaleza, la tropa de muchos santos pensamientos y deseos, y cuando llega la sugestión carnal y llama a la puerta, respondo yo desde dentro: «Alejaos, que la casa está ya tomada y no cabe en ella más gente»; y así nunca dejo entrar el pensamiento impuro”.

Entonces fray Gil dijo: “Contigo estoy, fray Junípero; el enemigo carnal no se puede combatir de mejor manera que huyendo; porque tiene dentro al traidor apetito, y acomete además de fuera por los sentidos corporales, con tanta fuerza que es preciso huir para poder vencer. Pues el que quiera combatir se fatigará en la batalla y pocas veces conseguirá victoria. La solución es huir del vicio y así nos hará vencedores”.

3) Para vivir
Si reflexionamos, tal vez nos demos cuenta que tenemos cerrados los oídos y estamos sordos a la voz de Dios. Seríamos católicos, pero lejos de amar verdaderamente a Dios y, por ello, católicos ateos que escuchan solo la voz de los ídolos: Si se trata de diversiones, siempre hay tiempo, pero si de Dios se trata, entonces no hay tiempo.

El Papa nos invita a no dejar que el corazón se vuelve más duro, más cerrado e incapaz de recibir nada divino. San Josemaría Escrivá nos aconseja en Camino: «No tengas la cobardía de ser “valiente”: ¡Huye!» (n. 132).

Esta Cuaresma redescubramos al Señor. Una forma es leer la Sagrada Escritura sintiéndonos interpelados por el Señor. Otra forma es acudir a los Sacramentos. El Papa nos ofrece unas preguntas para conocernos: “¿Mi corazón se ha endurecido? ¿Me he alejado del Señor? ¿He perdido la fidelidad al Señor y vivo con los ídolos que me ofrece mundanidad de cada día?”


Pbro. José Martínez Colín

martes, 28 de marzo de 2017

LA MONEDA


La moneda



Un anciano viendo cercana su muerte, habló así a sus tres hijos: —No puedo dividir en tres lo que poseo. Es tan poco que perjudicaría a todos. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de ustedes. Tómenla. El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa, se quedará con toda la herencia. Se fueron. 

El primer hijo compró paja, pero sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad. 

El segundo compró sacos de plumas, pero no consiguió llenar la casa mucho más que el anterior. 

El tercer hijo -que consiguió la herencia- sólo compró una pequeña vela. Esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

El Señor te ha regalado la luz de la fe para que la irradies a tu alrededor, con el ejemplo y la palabra. Cada uno tiene posibilidades distintas, pero no menos importantes, aunque parezcan limitadas. Dios ha dispuesto que las almas vayan iluminando otras almas, como si fueran antorchas. Él espera que “hagas brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ti”.

domingo, 26 de marzo de 2017

ORACIÓN BREVE Y PODEROSA


Oración breve y poderosa



Es acertado buscar entre tantas cosas lo que es esencial: aquello sin lo que no puedes vivir. Esto es verdad también en la oración. Selecciona algunas oraciones breves y poderosas para entrar enseguida en contacto con Dios, porque expresan lo que en verdad sientes. En la anécdota de hoy verás una oración poderosa.

Una llamada urgente de un hospital interrumpió mi desayuno. Uno de mis fieles estaba agonizando. En pocos minutos estaba ya al lado de su lecho de muerte. Tomé sus manos frías y sudorosas y me incliné a decirle al oído: “Juan, el Padre Alberto, tu párroco. Vine para rezar por ti y contigo". Con dificultad abrió los ojos y apenas pudo balbucir: "¡Hola, Padre!". El tiempo urgía y le dije "Reza conmigo, Juan". No había tiempo para ninguna oración larga, ni siquiera un acto de contrición. Tenía que encontrar una oración breve, poderosa, que Juan  pronunciara antes de morir. Movido interiormente exclamé: "Jesús mío, te amo". Juan, con un último esfuerzo, repitió palabra por palabra: "Je-sús mí-o, te a-mo". Con esta palabra "amo" cerró sus labios Juan había guardado su último aliento para hacer este hermoso acto  de amor.

He ahí algo importante: amar a Jesús, el Hijo de Dios, que es un solo Dios con el Padre y el Espíritu Santo. El amor es esencial en nuestra relación con Dios. Es el primer mandamiento. Quien ama a Dios, lo escucha, quiere serle fiel y servirlo con generosidad, lo complace en todo. ¿Nos encontramos de nuevo mañana? Gracias.  


* Enviado por el P. Natalio

jueves, 23 de marzo de 2017

EL DOLOR NO DEFORMA, TRANSFORMA


EL DOLOR NO DEFORMA, TRANSFORMA




Valió la pena, sufrir dolores de parto, cuando al final se sostiene entre las manos una nueva vida que el existir de la Madre ha transformado.

Y el dolor que se experimenta en las pequeñas caídas, cuando se dan los primeros pasos, se convierte en triunfo, al lograr afianzar el caminar, luego poder correr, y quizás hasta en sueños volar.

Un fracaso, asumido con madurez, puede en un principio doler; pero al superarlo, el alma se logra fortalecer; y más valiente se hace el ser humano, ante cualquier reto que se le presente o ante los diferentes momentos que en su vida pueda tener.

Los padres que tienen un hijo especial, desde un primer momento, es tan grande el dolor que pueden llegar a pensar, que se sienten frustrados y no lo podrán superar; pero con el tiempo y asumido desde la fe, ese ser que en un principio causó dolor, se llegará a convertir en el más grande amor, y les enseñará a descubrir lo que realmente en la vida tiene valor.

El perder un ser querido, deja el corazón destruido, hasta que se logra ver la muerte desde los ojos de Dios, y se transforma en esperanza el dolor; esta tristeza que deja el vacío, nos enseña a valorar a quienes a nuestro lado han quedado, y que también son seres amados.

Si careces de algo, valoras más lo que tienes. Si sufres por alguien, llegas a amarlo más, si escoges el camino difícil, te haces más fuerte, si experimentas de cerca la muerte, aprendes a amar más la vida, si caes; adquieres destreza en levantarte. El dolor no deforma, sino que transforma.

El dolor no deforma, transforma, es una gran verdad y eso lo sustentan, quienes al sufrir, sienten que han crecido y se han fortalecido aún más. Todo esto define, esa gran verdad: "El dolor no deforma, transforma".

miércoles, 22 de marzo de 2017

LA FE, UN REGALO DE DIOS


LA FE, UN REGALO DE DIOS





Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos. 

Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que recibe y al que da.

Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.

Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. 

Cierto que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.

Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. 

Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

QUE EN TU VIDA HAYA SUFICIENTE FE PARA AFRONTAR LAS SITUACIONES DIFÍCILES, JUNTO CON LA NECESARIA HUMILDAD PARA ACEPTAR LO QUE NO SE PUEDA CAMBIAR

martes, 21 de marzo de 2017

VIRTUDES HOGAREÑAS


Virtudes hogareñas



No es raro que en las familias suceda que el trato cortés y delicado se reserve más bien para los extraños. Estábamos quizá discutiendo y vociferando en casa, cuando sonó el timbre, abrimos a la visita que se anunciaba y de inmediato el clima de la convivencia se modificó. Empezó un intercambio de amable cortesía con quienes llegaban de fuera.

Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección. Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan dando gracias a Dios. (Col 3, 12-15).

El amor que pide Jesús debe llevarte a evitar en tu familia las faltas de aceptación, incomprensiones, y malentendidos. El Señor te quiere ver bondadoso, pacífico, servicial… No es fácil, pero lo puedes, si lo pides cada día: “Señor, ayúdame a ser hoy comprensivo, compasivo y paciente en mi hogar”. Que tengas una semana de buena convivencia.


* Enviado por el P. Natalio

viernes, 17 de marzo de 2017

SEÑOR... ENSÉÑANOS A ORAR


Señor… enséñanos a orar



“Señor, enséñanos a orar lo mismo que Juan enseñó  a sus discípulos”  Lucas 11:1

Sé que aún en materia de oración, todavía no se orar.  Yo no puedo considerarme un experto guerrero de oración ni un profundo intercesor, porque sé que mientras más aprendo en el mundo de la oración más convencido estoy que aún necesito ser enseñado.  Hoy recuerdo la paráfrasis que San Francisco de Asís hizo del Padre Nuestro y quiero aprender de ella.

San Francisco oró así:
“Padre Nuestro, el más Santo, nuestro Creador y Redentor, Nuestro Salvador y Consolador, que estás en los cielos con todos los ángeles y los santos dándole a ellos luz y dándote a conocer, ya que tú eres luz y declarándoles que tú los amas. Ya que tú eres amor: habitando en ellos y dándoles la plenitud de gozo.  Ya que tú eres el Señor, Supremo, eterno y bueno y todo lo bueno viene de ti.

Santificado sea tu nombre para que nosotros podamos crecer y conocerte más y más y así apreciar la extensión de tus favores y la magnitud de tus promesas, la sublimidad de tu majestad, así como la profundidad de tus juicios. Qué tu Reino  venga para que tú reines en nosotros por tu gracia y nos atraigas a tu Reino, donde nosotros te veremos claramente, te amemos perfectamente  y estemos felices en tu compañía y nos gocemos en ti por siempre. 

Qué tu voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo y así nosotros podamos amarte con todo nuestro corazón. Siempre teniendo en ti nuestra mente. Con toda nuestra alma determinando ver tu gloria en todo y con todas nuestras fuerzas, sirviéndote a ti solo.

Que podamos amar a nuestros vecinos como a nosotros mismos y animarles a ellos a amarte a ti. Que podamos compartir con ellos en los gozos y en las tristezas. Danos el pan nuestro de cada día, tu amado hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que podamos recordar y apreciar cuanto él nos amó. Que podamos recordar y apreciar todo lo que Él dijo y cuanto Él sufrió. Perdónanos nuestras ofensas en tu inmensurable misericordia, por virtud de la pasión de tu hijo.

Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores ya que si nosotros no perdonamos perfectamente no podremos recibir ese perdón tampoco. Señor, ayúdanos a olvidar perfectamente lo que nos ha herido y a perdonar a nuestros enemigos y orar fervientemente por ellos no retornando mal por mal pero sirviendo a todos. Amén.


Serafìn Contreras Galeano

lunes, 13 de marzo de 2017

SER COMO NIÑOS



Ser como niños




Si tienes la sonrisa de un niño,
darás una de las mayores expresiones de amor.

Si tienes la mirada de un niño,
serás transparencia pura.

Si tienes la ilusión de un niño,
llegarás a ser grande.

Si celebras tu cumpleaños y decoras tu habitación como un niño,
llenarás de alegría tu vida.

Si cantas y ríes fuerte como los niños,
será para expresar que eres la persona más feliz del mundo.

Si tienes la amistad de los niños,
no exigirás a tus amigos que sean mejores que tú.

Si oras como un niño,
no será para que el mundo vea cuán bueno eres.

Si abrazas como los niños,
serás fuerte, grande, desinteresado, y todo por amor.

Si tropiezas como un niño,
podrás levantarte enseguida y sin vergüenza.

Si tu alma es pequeña como la de un niño,
podrás entrar al Reino de los Cielos.

Simplemente como las almas de los niños.
Simplemente que aprendas a ser Feliz como son...


Felices los Niños

domingo, 12 de marzo de 2017

A LOS JÓVENES ESPOSOS


A los jóvenes esposos



Cuando Dios regala a una familia un hijo, la alegra con una preciosa donación, confiando que los padres de la criatura la cuidarán con responsabilidad hasta la edad adulta. Se ha escrito mucho sobre cómo educar a los niños y a los adolescentes. Por eso, cuando encuentro sobre el tema una orientación luminosa, breve y perfecta, siento el deseo de compartirla para que todos aprovechen ese condensado de sabiduría. Lee y medita.

Si el supremo Creador te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que confía a tus cuidados. Haz que ese hijo hasta los diez años, te admire. Hasta los 20, te ame. Y hasta la muerte, te respete. Sé para ese hijo hasta los diez, su padre. Hasta los 20 años, su maestro y hasta la muerte, su amigo.

Qué metas simples pero exigentes: ser para el hijo un padre, un maestro y un amigo, poniendo sin embargo el acento hasta los diez años, en la paternidad protectora, hasta los veinte en la docencia del difícil arte de vivir honestamente, y hasta la muerte en la amistad que todo lo comparte con humildad y sabiduría. Gracias, hermano/a, por acercarte a este sitio web. Hasta mañana.


* Enviado por el P. Natalio
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