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martes, 14 de marzo de 2017

PAPA FRANCISCO: QUIEN ES CHISMOSO DESTRUYE PORQUE HACE EL MAL A ESCONDIDAS


El Papa recuerda: Quien es chismoso destruye porque hace el mal a escondidas
Por Álvaro de Juana
 Foto. L'Osservatore Romano




VATICANO, 13 Mar. 17 / 07:36 am (ACI).- En la visita que el Papa Francisco realizó el domingo a la parroquia de Santa Magdalena de Canossa, en Roma, afirmó que lo que más miedo le da son las habladurías y los chismes que también hay en el Vaticano y que destruyen.

“Me da miedo cuando una persona es mala: la maldad de la gente. Cuando una persona –porque todos tenemos la semilla de la maldad dentro, porque es el pecado que te lleva a esto–, cuando una persona elige ser malvada, eso me asusta mucho, porque una persona malvada puede hacer mucho más. Y me asusta cuando en una familia, un barrio, un puesto de trabajo, en una parroquia, también en el Vaticano, cuando se dan los chismes, esto me da miedo”.

“¿Habéis visto o escuchado en TV lo que hacen los terroristas? Lanzan una bomba y escapan. Hacen esto. Una de las cosas. Los chismes son así: es arrojar una bomba e irse. Y las habladurías destruyen, destruyen. Destruyen una familia, un barrio, una parroquia, destruyen todo. Pero sobre todo los chismes destruyen el corazón. Porque si tu corazón es capaz de arrojar la bomba, eres un terrorista, haces el mal de manera escondida y tu corazón se convierte en corrupto”.

El Papa se reunió en la parroquia con los niños de catequesis, quienes saciaron su curiosidad haciéndole varias preguntas sobre qué le da miedo, cuál fue su primer encuentro con Jesús o pidiéndole que cuente algunos momentos bonitos de su vida.

“Si podemos acercarnos a Jesús es porque Él se ha acercado antes a nosotros. Él da siempre el primer paso”, respondió a los niños. “Te habla al corazón, te hace entender qué es el amor”. Pero si uno no quiere escucharlo “Él permanece. Tiene paciencia. Jesús espera siempre”.

Francisco también explicó que para convertirse en Papa no se paga y no se estudia. Al hablar de San Pedro como primer Pontífice, explicó que hizo una cosa “fea”: “dijo que no conocía a Jesús, renegó de Jesús”. Pero “Jesús elige a quien quiere que haga en ese tiempo; en otro tiempo elige a otro, y a otro, y a otro”.

“A mí me gusta, y me gustaba hacer escuela de catequesis y la Misa de niños. Siempre, ser sacerdote es algo que a mí me ha gustado mucho. ¿Qué es más bonito, hacer de Papa o de sacerdote?”. “Las dos cosas: lo que Dios quiere. Lo que dios te da es precioso, porque cuando el Señor te da una misión, un trabajo, ser pastor de una parroquia o de una diócesis, o hacer de Papa, pastor, ahí te da una tarea”.

El Papa dijo también a los niños que todos deben llevar la paz al mundo, no solo él. “Se comienza en la familia, en la escuela, con tu compañero, cuando juegas con los otros… siempre paz”. Y cuando “los padres discuten… A veces habréis escuchado que papá o mamá discuten sobre algo: esto es normal, esto ocurre”.

Francisco los animó a que si ellos discuten deben “hacer las paces antes de que termine el día. Este es un consejo que tenéis quedar a vuestros padres”. “Las palabrotas no son bellas” pero “¡nunca una blasfemia, nunca!”.

“Un momento bonito de mi vida era cuando de niño iba al estadio con mi padre, también venía mi madre, algunas veces, a ver el partido. Los domingos, después de mediodía, después del almuerzo, ir al estadio y regresar a casa”, dijo en respuesta a otra pregunta.

Otro ejemplo “es encontrarse con los amigos. Antes de venir a Roma, cada dos meses nos encontrábamos los amigos, compañeros de la escuela”. Y también “cuando puedo rezar en silencio, leer la Palabra de Dios: me hace bien, mucho bien”.

Francisco habló también de la importancia del diálogo. “Este es el problema, la falta de diálogo y la falta de escucha”. “Una de las enfermedades más feas de nuestro tiempo es la poca capacidad de escucha, como si hubiésemos bloqueado los oídos”. Por último, invitó a hacer “el apostolado de la oreja” y aprender a escuchar más. 

lunes, 13 de marzo de 2017

PAPA FRANCISCO NOS PIDE MIRAR LA CRUZ COMO SALVACIÓN


Papa Francisco: Miremos la cruz, donde Jesús tomó nuestros pecados para salvarnos
Por Eduardo Berdejo
Foto: Lauren Cater (ACI Prensa)






ROMA, 12 Mar. 17 / 01:55 pm (ACI).- El Papa Francisco visitó este domingo la parroquia italiana de Santa Magdalena de Canossa, desde donde exhortó a los fieles a contemplar la cruz, porque en ella Cristo tomó los pecados de los hombres para salvarlos y llevarlos a la vida eterna.

El Santo Padre llegó a esta parroquia ubicada en la periferia norte de Roma aproximadamente a las 4 p.m. (hora local), donde se encontró con los niños y jóvenes de la catequesis, que le entregaron algunas cartas. Además saludó a los padres con los bebés que fueron bautizados durante el año, así como a los ancianos, enfermos y agentes pastorales.


Luego de esto, el Pontífice se dirigió a la iglesia para celebrar la Eucaristía y reflexionar sobre el pasaje evangélico de la Transfiguración del Señor.

En una homilía improvisada, el Santo Padre indicó que Jesús se transfiguró dos veces. La primera en el monte Tabor y la segunda después de su resurrección, con “el mismo rostro luminoso, brillante”.


Sin embargo, “entre esta transfiguración tan bella y la resurrección habrá otro rostro de Jesús”, causado por la pasión y la crucifixión. “Tendrá un rostro no tan bello, tendrá un rostro feo, desfigurado, torturado, despreciado, ensangrentado por la corona de espinas. Todo el cuerpo de Jesús será como una cosa para descartar”, señaló.

“Dos transfiguraciones y en medio Jesús crucificado, la cruz. Debemos mirar tanto la cruz”, invitó el Papa.

Francisco dijo que en la cruz Cristo, el Hijo amado de Dios, Dios mismo y en quien el Padre se complace, “se ha aniquilado para salvarnos; y para usar una palabra muy fuerte, tal vez una de las palabras más fuertes del Nuevo Testamento, que la usa Pablo: Se ha hecho pecado. Y el pecado es la cosa más fea. El pecado es la ofensa a Dios, la bofetada a Dios y decirle a Dios ‘tú no me importas’”.

“Jesús se ha hecho pecado, se ha aniquilado, se ha abajado hasta ahí (la cruz). Y para preparar a los discípulos para que no se escandalicen de verlo así en la cruz, hizo la transfiguración”, explicó. “Cuando somos perdonados (en la confesión), sentimos que somos perdonados porque Él ha tomado este pecado en la pasión. Él se ha hecho pecado”, insistió.

El Pontífice señaló que “este es el camino hacia la Pascua, hacia la resurrección”, seguros de que “esta transfiguración irá adelante”. “Mira este rostro, tan luminoso, tan bello, que será el mismo en la resurrección y el mismo que encontraremos en el cielo, y también mira este otro rostro que se ha hecho pecado. Ha pagado así por todos nosotros. Jesús se ha hecho pecado (…). Ha tomado sobre Él nuestros pecados. Pensemos sobre esto”, exhortó.

“Cuánto amor, cuánto amor, y también pensemos en la belleza del rostro transfigurado de Jesús que encontraremos en el cielo”, expresó.


El Santo Padre señaló que “esta contemplación de dos rostros de Jesús, aquel transfigurado y aquel hecho pecado”, anima a los fieles “a ir adelante en el camino de la vida, de la vida cristiana”.

“Nos anima a pedir perdón de nuestros pecados, a no pecar tanto, nos anima sobre todo a tener confianza”, porque Cristo que tomó sobre sí “nuestros pecados, está siempre dispuesto a perdonarnos. Solo debemos pedirlo”, aseguró.

Al término de la Misa, el Santo Padre recibió las palabras de agradecimiento del párroco local y posteriormente regresó al Vaticano.

domingo, 12 de marzo de 2017

PAPA FRANCISCO: LA CRUZ NO ES UN ADORNO, SINO EL SÍMBOLO DE LA FE CRISTIANA


Papa Francisco: La cruz no es un adorno para llevar, sino el símbolo de la fe cristiana
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 12 Mar. 17 / 06:58 am (ACI).- En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco invitó a los fieles a que en Cuaresma se contemple “devotamente la imagen del crucifijo”, porque no es un adorno más para llevar, sino “el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de Jesús, muerto y resucitado por nosotros”.

“La cruz cristiana no es un utensilio de la casa o un adorno para llevar, sino la cruz cristiana es un recordatorio del amor con que Jesús se sacrificó para salvar a la humanidad del mal y del pecado”, expresó el Santo Padre a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.


En sus palabras previas a la oración mariana, Francisco reflexionó sobre el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, que relata el episodio de la Transfiguración del Señor.

Jesús “toma a parte a tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. Sale con ellos a un monte alto y viene este singular fenómeno: el rostro de Jesús ‘brilló como el sol y sus vestimentas se tornaron blancas como la luz’”.

De este modo, indicó Francisco, “el Señor hizo resplandecer en su propia persona aquella gloria divina que se podía recibir con la fe, en su predicación y en sus gestos milagrosos. Y a la transfiguración le acompaña, sobre el monte, la aparición de Moisés y de Elías, ‘que conversaban con Él’”.

El Papa explicó que “la luminosidad que caracteriza este evento extraordinario simboliza su finalidad: iluminar las mentes y los corazones de los discípulos a fin de que puedan comprender claramente quién es su Maestro”.

Esta luz, dijo el Papa, ilumina toda persona de Cristo, quien quiere preparar a los suyos frente a lo que sucederá en Jerusalén.

“Ahora firmemente en el camino de Jerusalén, donde tendrá que sufrir la pena de muerte por crucifixión, Jesús quiere preparar a los suyos para este escándalo demasiado fuerte para su fe y, al mismo tiempo, anunciar su resurrección, manifestándose como el Mesías, el Hijo de Dios”, señaló.

“De hecho, Jesús se estaba mostrando como un Mesías diferente a lo esperado, a aquel que se imaginaban: no un rey poderoso y glorioso, sino un siervo humilde y desarmado; no un señor de gran riqueza, un signo de bendición, sino como un hombre pobre que no tiene donde reclinar la cabeza; no un patriarca con una numerosa descendencia, sino un célibe sin casa y sin nido”.

“Es realmente una revelación de Dios al revés”, afirmó el Papa, e indicó que “el signo más desconcertante” es la cruz.

“Pero precisamente a través de la cruz, Jesús alcanzará la gloriosa resurrección” y que será definitiva. “Jesús transfigurado en el monte Tabor quiso mostrar a sus discípulos su gloria, no para evitarles pasar por la cruz, sino para indicar a dónde lleva la cruz. El que muere con Cristo, con Cristo resucitará. Y la cruz es la puerta de la resurrección. Quien lucha junto a Él, con Él triunfará”, afirmó.

Francisco dijo que “este es el mensaje de esperanza que la cruz de Jesús contiene, exhortando a la fortaleza de nuestra existencia”.

Por ello, animó a los cristianos para que en este tiempo de Cuaresma, contemplen “devotamente la imagen del crucifijo: es el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de Jesús, muerto y resucitado por nosotros. Nos aseguramos de que la cruz marque las etapas de nuestro camino cuaresmal para comprender cada vez más plenamente la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el que el Redentor nos ha salvado, a todos nosotros”.

“La Virgen ha sabido contemplar la gloria de Jesús escondida en su humanidad. Ella nos ayude a estar con Él en la oración silenciosa, a dejarnos iluminar por su presencia, para llevar en el corazón, a través de las noches más oscuras, un reflejo de su gloria”, concluyó.

lunes, 6 de marzo de 2017

PAPA FRANCISCO INICIA SEMANA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES POR CUARESMA


Papa Francisco inicia semana de Ejercicios Espirituales por Cuaresma
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 05 Mar. 17 / 11:07 am (ACI).- Como cada año, el Papa Francisco se ha trasladado en la tarde del domingo a la localidad de Ariccia, a las afueras de Roma, para realizar el tradicional retiro espiritual de Cuaresma junto a miembros de la Curia romana.

Al presidir el rezo del Ángelus, el Pontífice pidió oraciones para la buena marchar de los Ejercicios. “Hace pocos días hemos iniciado la Cuaresma, que es el camino del Pueblo de Dios hacia la Pascua, un camino de conversión, de lucha contra el mal con las armas de la oración, del ayuno, y de las obras de caridad”, dijo desde la ventana del Palacio Apostólico.

“Les deseo a todos que el camino cuaresmal sea rico de frutos; y les pido que se recuerden en sus oraciones de mí y de mis colaboradores de la Curia Romana, que esta tarde iniciaremos la semana de Ejercicios Espirituales”. “Gracias de todo corazón por esta oración que harán”, añadió para terminar.

Poco antes de partir hacia esta localidad, el Santo Padre pidió también oraciones a través de su cuenta oficial de Twitter: "Les pido por favor que, en la oración, se acuerden de mí y de mis colaboradores; hasta el viernes haremos los Ejercicios Espirituales".

Los Ejercicios tendrán lugar en la Casa Divino Maestro y el encargado de impartirlos será el P. Giulio Michelino con el tema “Pasión, muerte y resurrección de Jesús según Mateo”.

Concluirán el próximo viernes 10 de marzo, por lo que la Audiencia General del miércoles 8 ha quedado suspendida junto a las demás actividades del Santo Padre.

Este domingo, el retiro comenzará con una introducción, adoración eucarística y vísperas. Los demás días darán inicio a las 7,30 horas con la Eucaristía. A las 8,30 tendrá lugar la primera meditación y tras el almuerzo será la segunda. El día concluirá con vísperas y adoración eucarística. 

miércoles, 1 de marzo de 2017

PAPA FRANCISCO NOS PIDE VIVIR LA CUARESMA CON EMPEÑO


Papa Francisco: Vive la Cuaresma con empeño porque nadie va al Paraíso en carroza
Por Álvaro de Juana
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 01 Mar. 17 / 05:11 am (ACI).- El Papa Francisco dedicó la catequesis de la Audiencia General a la Cuaresma –que comienza hoy con el “Miércoles de Ceniza”– y subrayó que es un tiempo de esperanza que requiere empeño porque “nadie va al Paraíso en carroza”.

La Cuaresma es “un camino que verdad requiere empeño, como es justo que sea, porque el amor es comprometido, pero un camino lleno de esperanza” y “la dificultad de atravesar el desierto forja una esperanza fuerte”, dijo al recordar el paso del pueblo de Israel por el desierto.  


Francisco explicó que “Cristo nos precede con su Éxodo, y nosotros atravesamos el desierto gracias a Él y tras Él. Él es tentado por nosotros y ha vencido al Tentador por nosotros, pero también nosotros debemos con Él afrontar las tentaciones y superarlas”.


“Esto no quiere decir que Él ha hecho todo y nosotros no debemos hacer nada, que Él ha pasado a través de la cruz y que nosotros ‘vamos al paraíso en carroza’. No es así. Nuestra salvación es ciertamente don suyo y porque es una historia de amor requiere nuestro ‘sí’ y nuestra participación, como nos demuestra nuestra Madre María y después todos los santos”.

Sobre la Cuaresma, el Papa recordó que “fue instituida en la Iglesia como tiempo de preparación a la Pascua, por lo que todo el sentido de este periodo de 40 días toma luz del misterio pascual hacia el que está orientado”.

“Podemos imaginar al Señor Resucitado que nos llama a salir de nuestras tinieblas, y nosotros nos ponemos en camino hacia Él, que es la Luz”. No obstante, “la Cuaresma es un periodo de penitencia, también de mortificación, pero no como fin en sí mismo, sino que termina haciéndonos resurgir con Cristo, renovar nuestra identidad bautismal, es decir, renacer nuevamente ‘de lo alto’, del amor de Dios”.

“El punto de partida es la condición de esclavitud en Egipto, la opresión, los trabajos forzados, pero el Señor no ha olvidado a su pueblo y su promesa: llama a Moisés y, con brazo potente, hace salir a los israelitas de Egipto y los guía a través del desierto hacia la Tierra de la libertad”.

Francisco recordó que el pueblo de Israel permaneció 40 años en el desierto, “el tiempo de vida de una generación”. “Una generación que, de frente a las pruebas del camino, estuvo siempre tentada de querer volver a Egipto. Pero el Señor permanece fiel y esa pobre gente, guiada por Moisés, llega a la Tierra prometida”.

“Todo este camino es hecho en la esperanza: la esperanza de alcanzar la Tierra”, una “salida de la esclavitud a la libertad”, explicó.

“Cada paso, cada cansancio, cada prueba, cada caída, todo tiene solo sentido en el interior del diseño de salvación de Dios, que quiere para su pueblo la vida y no la muerte, la alegría y no el dolor”.

El Santo Padre manifestó que “para abrir esta vía, este paso, Jesús ha tenido que despojarse de su gloria, humillarse, hacerse obediente hasta la muerte y una muerte de cruz”. 

jueves, 23 de febrero de 2017

PAPA FRANCISCO CONDENA EL ESCÁNDALO DE LA DOBLE VIDA, VAN A MISA PERO NO VIVEN COMO CRISTIANOS


El Papa condena el escándalo de la doble vida: Van a Misa pero no viven como cristianos
Por Eduardo Berdejo
 Foto: L'Osservatore Romano





VATICANO, 23 Feb. 17 / 06:42 am (ACI).- “El escándalo destruye”, advirtió el Papa Francisco esta mañana durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde dijo a los católicos que tienen una “doble vida” que si no se convierten, cuando se presenten ante el Señor en el cielo Él les dirá “no te conozco”.

“¿Pero qué cosa es el escándalo? El escándalo es decir una cosa y hacer otra, es la doble vida. La doble vida en todo: yo soy muy católico, voy siempre a Misa, pertenezco a esta asociación y a otra; pero mi vida no es cristiana, no pago lo justo a mis empleados, exploto a la gente, soy sucio en las relaciones, reciclo el dinero. Doble vida. Y tantos católicos son así. Y esto escandaliza”, advirtió el Pontífice.

Durante su homilía, el Papa recordó que en la Biblia se dice “córtate la mano”, “quítate el ojo”, antes de “escandalizar a los pequeños” que son los justos, “ellos que confían en el Señor, que simplemente creen en el Señor”.

“Cuántas veces hemos escuchado –todos nosotros, en el barrio y en otras partes–, ‘pero para ser católico como aquel, mejor ser ateo’. Es ese el escándalo. Te destruye. Y esto sucede todos los días, basta ver el noticiero o leer los periódicos. En los periódicos hay tantos escándalos, y también está la gran publicidad de los escándalos. Y con los se destruye”, denunció.

Francisco puso como ejemplo el caso de una importante empresa que estaba al borde de la quiebra. Las autoridades querían evitar un derecho de huelga, pero que no habría hecho bien y querían hablar con los dirigentes de la empresa. La gente entonces no tenía dinero para las necesidades diarias, porque no recibían su salario. Y el gerente, un católico, estaba pasando las vacaciones de invierno en una playa de Oriente Medio y la gente lo sabía, incluso si no salió en el periódico. "Estos son los escándalos", advirtió.

 “Jesús dice, en el Evangelio, sobre estos que hacen escándalo, sin decir la palabra escándalo, pero se entiende: Pero llegarás al cielo y llamarás a la puerta: 'Soy yo, Señor’ – ‘Pero sí, ¿no te acuerdas!? Fui a la iglesia, estaba cerca a ti, pertenecía a tal asociación, hago esto ... ¿no te acuerdas de todas las ofrendas que he hecho?’ – ‘Sí, lo recuerdo. Las ofrendas, las recuerdo: todas sucias. Todo robado a los pobres. Yo no te conozco'. Esa será la respuesta de Jesús a los que escandalizan con esta doble vida", afirmó.

"La doble vida viene de seguir las pasiones del corazón, los pecados capitales que son las heridas del pecado original", dijo el Papa. Además exhortó a no confiarse en las riquezas, no decir: “me basto a mí mismo”; así como no aplazar la conversión.

"A todos nosotros, a cada uno de nosotros, hará bien hoy pensar si hay algo de doble vida en nosotros, de parecer justos, buenos creyentes, buenos católicos, pero por debajo hacer otra cosa; si hay algo de doble vida, si hay una demasiada confianza: 'Pero, sí, el Señor me perdonará después todo, pero yo continúo’”.

“Si hay algo que decir: 'Sí, esto no va bien, me voy a convertir, pero no hoy, mañana'. Vamos a pensar en esto. Y aprovechemos de la Palabra del Señor y pensemos que el Señor en esto es muy duro. El escándalo destruye". 

lunes, 13 de febrero de 2017

PAPA FRANCISCO ALERTA DEL PELIGRO QUE COMIENZA CON EL RESENTIMIENTO Y LOS CELOS


El Papa Francisco alerta del peligro que comienza con el resentimiento y los celos
Por Walter Sánchez Silva
Foto L'Osservatore Romano




VATICANO, 13 Feb. 17 / 06:53 am (ACI).- En la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta este lunes 13 de febrero, el Papa Francisco meditó en la lectura del Génesis que narra el pasaje de Caín y Abel, la historia “de una hermandad que debía crecer, ser bella, pero que termina destruida”.

Esta historia, explica el Santo Padre, comienza “con unos pequeños celos” de Caín para con Abel. El primero, en vez de luchar contra él, prefiere “cocinar dentro de sí este sentimiento, agrandarlo, dejarlo crecer. Este pecado que hará luego se esconde detrás del sentimiento. Y crece, crece”.


“Así crecen las enemistades entre nosotros: comienzan con una cosa pequeña, unos celos, una envidia, y luego crece y vemos la vida solo desde ese punto y esa pajilla se convierte en un fardo, y está allí. Y nuestra vida comienza a girar alrededor de eso y eso destruye el lazo de la hermandad, destruye la fraternidad”.

Poco a poco, prosiguió el Pontífice, uno se “obsesiona” con ese mal. “Y crece, crece la enemistad y termina mal. Siempre. Me aparto de mi hermano y este ya no es mi hermano sino mi enemigo, este es un enemigo que debe ser destruido, cazado… y así se destruye la gente, ¡así las enemistades destruyen familias, pueblos, todo!”.

Esto que le sucedió a Caín al inicio, explicó Francisco, “le ocurre a todos nosotros, está la posibilidad: pero este proceso debe terminarse rápido, al comienzo, a la primera amargura, acabarse. La amargura no es cristiana. El dolor sí, la amargura no. El resentimiento no es cristiano. El dolor sí, el resentimiento no. ¡Cuántas enemistades, cuántas escisiones!”.

En la Misa también estaban presentes algunos párrocos y a ellos les dijo: “también nuestros sacerdotes, con nuestros colegios episcopales: ¡cuántas escisiones comienzan así! ‘Pero, ¿por qué a este le han dado esta sede y no a mí? ¿Y por qué esto?’ Y… pequeñas cositas, escisiones… Se destruye la hermandad”.

Dios, dijo el Papa, cuestiona a Caín “¿Dónde está tu hermano?” y el asesino responde de forma irónica: “¿Acaso soy el guardián de mi hermano?”.

Es posible, continuó el Santo Padre, que no hayas matado a alguien, pero “si tienes un mal sentimiento hacia tu hermano, lo has matado; si insultas a tu hermano, lo has matado en tu corazón. El asesinato es un proceso que comienza con algo pequeño”.

Este proceso, explicó el Papa Francisco, también se ve en los conflictos bélicos: “cuántos poderosos de la tierra dicen ‘a mí me interesa este territorio, me interesa este pedazo de tierra. Si la bomba cae y mata a 200 niños, no es mi culpa sino de la bomba. A mí me interesa el territorio’. Y todo comienza con ese sentimiento, que te lleva a eliminar, a decirle al otro ‘este es fulano, esto es así, pero no es mi hermano’. Y termina con la guerra que mata. Pero ya has matado al inicio. Este es el proceso de la sangre, y la sangre hoy de tanta gente en el mundo grita a Dios desde el suelo”.

“Todo está relacionado. Esa sangre allí tiene una relación –tal vez un poquito de sangre– con mi envidia, con mis celos que han destruido una hermandad”.

Para concluir, el Pontífice alentó a que cada uno repita la pregunta que Dios hace a Caín “¿Dónde está tu hermano?”, y piense en aquellos que “destruimos con la lengua” y “todos los que en el mundo son tratados como cosas y no como hermanos, porque es más importante un pedazo de tierra que el vínculo de la fraternidad”.

Lectura meditada por el Papa Francisco

Génesis 4:1-15, 25

1 Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un varón con el favor de Yahveh.»

2 Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador.

3 Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo.

4 También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahveh miró propicio a Abel y su oblacíon,

5 mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro.

6 Yahveh dijo a Caín: «¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro?

7 ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.»

8 Caín, dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera.» Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató.


9 Yahveh dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel? Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?»

10 Replicó Yahveh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo.

11 Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.

12 Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra.»

13 Entonces dijo Caín a Yahveh: «Mi culpa es demasiado grande para soportarla.

14 Es decir que hoy me echas de este suelo y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará.»

15 Respondióle Yahveh: «Al contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces.»  Yahveh puso una señal a Caín para que nadie que le encontrase le atacara.

25 Adán conoció otra vez a su mujer, y ella dio a luz un hijo, al que puso por nombre Set, diciendo: «Dios me ha otorgado otro descendiente en lugar de Abel, porque le mató Caín.»

miércoles, 8 de febrero de 2017

PAPA FRANCISCO: UN CRISTIANO NUNCA RESPONDE A UNA OFENSA


Un cristiano nunca responde a una ofensa con un “me la pagarás”, dice Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa





VATICANO, 08 Feb. 17 / 05:13 am (ACI).- La caridad con los débiles, los pobres, los marginados, en definitiva, la caridad con los últimos de la sociedad, es lo que sostiene la esperanza cristiana. Así lo indicó el Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles en el Aula Pablo VI.

Esa caridad implica perdonar toda ofensa, responder con el perdón a todo agravio porque, según afirmó: “el cristiano nunca puede decir, ‘me la pagarás’. ¡Nunca! Ese no es un gesto cristiano. La ofensa se vence con el perdón”.


El Papa se refirió a la Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, donde “exhorta a permanecer radicados en la esperanza de la resurrección. En ese mismo contexto, el Apóstol muestra que la esperanza cristiana no es solo un aliento individual, sino comunitario, eclesial”.

El Pontífice explicó que aquellos, dentro de la comunidad cristiana, a los que se les han encargado la responsabilidad y la dirección pastoral, “son los primeros en estar llamados a alimentar la esperanza, y esto no porque sean mejores que los demás, sino en virtud de un ministerio divino que va más allá de sus fuerzas”.


“Por ese motivo, tienen más que nadie necesidad del respeto, la comprensión y la ayuda benévola de todos”.

En su carta, continuó el Santo Padre, San Pablo centra la atención también “en los hermanos que están en mayor riesgo de perder la esperanza, de caer en la desesperación. Se refiere a los que están desanimados, a los débiles, a los que se sienten derribados por el peso de la vida y de sus pecados, y que ya no son capaces de levantarse".

"En esos casos, la cercanía y el calor de toda la Iglesia deben ser incluso más intensos, y deben asumir la forma más exquisita de la compasión, del reconforto y de la consolación”.

En este sentido, el Santo Padre resaltó que “la compasión no es solo ‘piedad’. La compasión es sufrir con el otro, acercarme a aquellos que sufren. Una palabra, una caricia que procede del corazón”.

“La esperanza cristiana no puede prescindir de la caridad concreta y genuina”, recordó. Además, se refirió a la obligación de los cristianos de ofrecerse a los más necesitados para aliviar sus cargas sin esperar nada a cambio.

“El mismo Apóstol de los gentiles, en la Carta a los Romanos, afirma con la mano en el corazón: ‘Nosotros, que somos fuertes, tenemos el deber de portar la enfermedad de los débiles, sin compadecernos de nosotros mismos’".

"Este testimonio no puede permanecer cerrado dentro de los confines de la comunidad cristiana: resuena con todo su vigor también fuera, en el contexto social y civil, como llamado a no construir muros, sino puentes, a no combatir el mal con el mal, a vencer el mal con el bien, la ofensa con el perdón, a vivir en paz con todos. ¡Esa es la Iglesia! Y en eso consiste la esperanza cristiana cuando asume los rasgos de fortaleza, y al mismo tiempo tiernos, del amor”.


De esta manera, el Obispo de Roma subrayó que “no se aprende a tener esperanza solo. No es posible. La esperanza, para que se alimente, tiene necesariamente necesidad de un ‘cuerpo’, en el cual, los diferentes miembros, se sostienen y se reavivan entre sí".

"Así pues, esto quiere decir que, si esperamos, es porque muchos de nuestros hermanos y hermanas nos han enseñado a esperar y han mantenido viva nuestra esperanza. Y entre ellos se distinguen los pequeños, los pobres, los simples y los marginados. Porque quien se encierra en su propio bienestar, no conoce la esperanza”.

Aquellos que “experimentan cada día la prueba, la precariedad, sus propios límites”, son los que nos ofrecen “un testimonio más hermoso, más fuerte, porque se mantienen firmes en la confianza en el Señor, sabiendo que, más allá de la tristeza, de la opresión y de la inevitabilidad de la muerte, la última Palabra será del Señor, y será una palabra de misericordia, vida y paz”.

martes, 7 de febrero de 2017

PAPA FRANCISCO: CUARESMA ES FUERTE LLAMADO A LA CONVERSIÓN


Papa Francisco: Cuaresma es fuerte llamado a la conversión y apertura a los demás
Por Miguel Pérez Pichel



VATICANO, 07 Feb. 17 / 07:18 am (ACI).- La Cuaresma es una época propicia para la conversión, para renovarse por medio de los sacramentos, para reconocerse pecadores, buscar el perdón de Dios y comenzar de nuevo el camino hacia la Pascua, “la victoria de Cristo sobre la muerte”.

Así lo señala el Papa Francisco en su mensaje con motivo de la Cuaresma de 2017 que, con el título de “La Palabra es un don. El otro es un don”, se ha hecho público este martes.


Francisco explica que, mediante el ayuno, la oración y la limosna, la Cuaresma es el tiempo más adecuado “para intensificar la vida del espíritu”.

En el mensaje, el Pontífice afirma que “la Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte”.

"En este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios 'de todo corazón', a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor", afirma el Santo Padre.

El mensaje del Papa se articula en torno a la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro. A partir de esa parábola, el Pontífice establece tres puntos temáticos: “El otro es un don”, “El pecado nos ciega”, y “La Palabra es un don”.

1.- El otro es un don

El Papa Francisco indica que, en esta parábola, “Lázaro nos enseña que el otro es un don. La justa relación con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en la puerta del rico, no es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un pobre desconocido”.


En este sentido, invita a “abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor”.

2.- El pecado nos ciega

En su reflexión a partir de esta parábola, el Papa llama la atención sobre cómo “la riqueza de este hombre era excesiva”, y cómo “la exhibía de manera habitual todos los días”.

En esa actitud del rico “se vislumbra de forma patente la corrupción del pecado, que se realiza en tres momentos sucesivos: el amor al dinero, la vanidad y la soberbia”.

El Santo Padre insiste una vez más en los peligros de lo material: “el dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico”.

“En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz”, advierte.

En cuanto a la vanidad, ilustra en su mensaje cómo “la codicia del rico lo hace vanidoso”. “Su vida está prisionera de la exterioridad, de la dimensión más superficial y efímera de la existencia”.

Luego está la soberbia, “el peldaño más bajo de esta decadencia moral”. “El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente un mortal. Para el hombre corrompido por el amor a las riquezas, no existe otra cosa que el propio yo, y por eso las personas que están a su alrededor no merecen su atención”.

3.- La Palabra es un don

El verdadero problema del rico, la raíz de sus males, “está en no prestar oído a la Palabra de Dios”, indica el Santo Padre. “Esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por tanto a despreciar al prójimo. La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios”.

El Pontífice alertó: “cerrar el corazón  al don de Dios que habla, tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano”.

Abrir el corazón


La Sala de Prensa de la Santa Sede presentó el mensaje del Papa en una conferencia ofrecida por el Cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y de Chiara Amirante, fundadora de la Comunidad Nuevos Horizontes: una organización internacional que tiene como objetivo llevar alegría a quien ha perdido la esperanza mediante acciones solidarias con personas que se encuentran en grave dificultad.

El Cardenal Turkson subrayó que “la clave del mensaje es cómo la persona se relaciona con el otro”. Explicó que Jesús condena al rico, no por ser rico, “sino por tener el corazón cerrado al otro”.

Recordó que la actitud de un cristiano no debe ser cerrarse en sí mismo, sino “ser una persona que se abra al otro”.

En su intervención, Chiara Amirante destacó la necesidad, apuntada por el Papa Francisco, de “abrir el corazón” a los demás. Insistió también en el don de Dios presente en su Palabra, “un don que te lleva a cambiar la vida, a convertirte”.

Ese don se concreta en “el privilegio de encontrar al pobre”. Amirante explicó que “hay muchas nuevas formas de pobreza”, y en concreto señaló la situación en la que viven muchos jóvenes y menores, “víctimas del abuso de las drogas, del abuso alcohol, del abuso de la sexualidad…, jóvenes que son víctimas de violencia, jóvenes que sufren depresión”.

Ante ello, hizo un llamado a desarrollar “la civilización del amor, basada en la fuerza de la caridad, de la solidaridad, de la fraternidad”.

En su análisis del mensaje pontificio destacó tres conceptos que, según aseguró, “me parece que afectan al hombre de hoy: el apego al dinero, la vanidad y la soberbia”.

“El veneno del consumismo, que ha entrado en el ámbito de las relaciones entre personas, nos lleva a problemas como el hedonismo, el relativismo o el narcisismo, que nos impide relacionarnos con los demás”, resaltó.

lunes, 6 de febrero de 2017

PAPA FRANCISCO: QUIERES SER LIBRE? SÉ ENTONCES ESCLAVO DEL AMOR


Papa Francisco: ¿Quieres ser libre? 
Sé entonces esclavo del amor
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano





VATICANO, 06 Feb. 17 / 05:27 am (ACI).- El Salmo 103 fue en esta ocasión protagonista de la homilía del Papa Francisco en la Misa que ofició, como cada mañana, en la capilla de la Casa Santa Marta. Allí el Pontífice invitó a ser esclavo del amor pues de esta manera uno es totalmente libre.

“Qué grande eres Señor”, es “un canto de alabanza”, dijo el Papa. “El Padre trabaja para hacer esta maravilla de la creación y para hacer con el Hijo esta maravilla de la recreación”, explicó.


Francisco se preguntó por qué Dios ha creado el mundo y señaló que “simplemente para compartir su plenitud, para tener alguno al que dar y con el que compartir su plenitud”. Y en la recreación hace “de lo feo algo bonito, del error algo cierto, de lo malo algo bueno”.

“Cuando Jesús dice: ‘El Padre siempre obra, también yo obro siempre’, los doctores de la ley se escandalizaron y querían matarlo por esto. ¿Por qué? Porque no sabían recibir las cosas de Dios como un don. Solo como justicia: ‘Estos son los mandamientos. Pero son pocos, nosotros hacemos más’. Y en lugar de abrir el corazón al don, se han escondido, han buscado refugio en la rigidez de los mandamientos, que ellos habían multiplicado hasta 500 o más. No sabían recibir el don. Y el don solo se recibe con libertad. Y estos rígidos tenían miedo de la libertad que Dios nos da; tenían miedo del amor”.

Francisco continuó: “por esto hoy hemos dicho ‘Señor eres grande’. ‘Te quiero mucho, porque me has dado este don. Me has salvado, me has creado’”.

“Esta es la oración de alabanza, la oración de alegría, la oración que nos da alegría en la vida cristiana. Y no esa oración cerrada, triste de la persona que nunca sabe recibir un don porque tiene miedo de la libertad que siempre lleva consigo un don. Solo sabe hacer el ‘deber’, pero el deber cerrado. Esclavos del deber, pero no del amor. ¡Cuando uno es esclavo del amor es libre! Es una bella esclavitud esta, pero ellos no lo entendían”.

Para el Papa hay 2 “maravillas del Señor”: “la maravilla de la creación y la maravilla de la redención, de la recreación”. “¿Cómo recibo yo esto que Dios me ha dado –la creación– como un don? Y si lo recibo como un don, ¿amo la creación, la cuido?”.

“¿Cómo recibo la redención, el perdón que Dios me ha dado, el hacerme hijo con su Hijo, con amor, con ternura, con libertad o me escondo en la rigidez de los mandamientos cerrados, que siempre son más ‘seguros’ pero no te dan alegría, porque no te hacen libre?”, se preguntó.

“Cada uno de nosotros puede preguntarse cómo vive estas dos maravillas, la maravilla de la creación y más todavía la maravilla de la recreación. Y que el Señor nos haga entender esto que es tan grande, y nos haga entender lo que Él hacía antes de crear el mundo: ¡amaba! Que nos haga entender este amor hacia nosotros y que podamos decir –como hemos dicho hoy– ‘¡Eres tan grande Señor!, ¡Gracias, gracias!'”.


Salmo responsorial comentado por el Papa:

Salmo 104:1-2, 5-6, 10, 12, 24, 35

1 ¡Alma mía, bendice a Yahveh! ¡Yahveh, Dios mío, qué grande eres! Vestido de esplendor y majestad,
2 arropado de luz como de un manto, tú despliegas los cielos lo mismo que una tienda,
5 Sobre sus bases asentaste la tierra, inconmovible para siempre jamás.
6 Del océano, cual vestido, la cubriste, sobre los montes persistían las aguas;
10 Haces manar las fuentes en los valles, entre los montes se deslizan;
12 sobre ellas habitan las aves de los cielos, dejan oír su voz entre la fronda.
24 ¡Cuán numerosas tus obras, Yahveh! Todas las has hecho con sabiduría, de tus criaturas está llena la tierra.
35 ¡Que se acaben los pecadores en la tierra, y ya no más existan los impíos! ¡Bendice a Yahveh, alma mía!

martes, 31 de enero de 2017

PAPA FRANCISCO INVITA A EXPERIMENTAR EL ENCUENTRO CON JESÚS


Papa Francisco invita a experimentar el estupor que produce el encuentro con Jesús
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 31 Ene. 17 / 05:12 am (ACI).- El Papa Francisco invitó a los cristianos a dejarse sorprender por el encuentro con Jesús, a experimentar el estupor que produce en cada uno el ver a Jesús con su mirada fija en los problemas que sufren las personas.

El Santo Padre, durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, comentó el Evangelio de San Marcos de hoy, en el que se recogen dos milagros de Jesús.


Por un lado, la resurrección de la hija de Jairo, uno de los jefes de la sinagoga. Por otro lado, la curación de la hemorroísa, la mujer anciana que padecía flujo de sangre desde hacía doce años y que se curó al tocar el manto de Jesús.

Estos dos ejemplos, explicó el Pontífice, ilustran la importancia que el Señor da a los problemas: los grandes y los pequeños. “La mirada de Jesús se dirige tanto a los problemas grandes como a los pequeños. Así mira Jesús: nos mira a todos, a cada uno de nosotros".

"Dirige la mirada hacia nuestros grandes problemas, hacia nuestras grandes alegrías, y mira también nuestras cosas pequeñas. Porque es cercano a nosotros. Jesús no tiene miedo de las cosas grandes, y también tiene en cuenta las pequeñas. Así nos mira Jesús”.

Francisco recordó que Jesús “estaba siempre en medio de la multitud. No iba con una guardia que le hiciera de escolta con el objetivo de que no le tocasen. No. Él se quedaba con la gente y la gente se acercaba a Él. Cada vez que Jesús salía al encuentro de la gente, la multitud aumentaba. Él no buscaba la popularidad".

"Buscaba otra cosa: buscaba a la gente. La gente se le acercaba: la gente tenía los ojos fijos en Él, y Él tenía los ojos fijos en la gente, en cada una de las personas. Esta es la particularidad de la mirada de Jesús. Jesús no masifica a la gente: Jesús mira a cada uno”.

El Santo Padre animó a no tener miedo de cruzar la mirada con la de Jesús: “avanzo, camino delante, fijo la mirada en Jesús y, ¿qué es lo que encuentro? ¡Que Él ha fijado su mirada en mí! Y eso me hace sentir un gran estupor. Es el estupor del encuentro con Jesús. ¡Pero no tengamos miedo!"

"No tengamos miedo, al igual que no tuvo miedo aquella mujer anciana de tocar su manto. ¡No tengamos miedo! Corramos por ese camino, con la mirada siempre fija en Jesús y nos encontraremos con esa bella sorpresa: Nos llenará de estupor porque el mismo Jesús ha fijado su mirada en mí”.


Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Marcos 5:21-43
21 Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar.
22 Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies,
23 y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.»
24 Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.
25 Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,
26 y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor,
27 habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto.
28 Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.»
29 Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.
30 Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?»
31 Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»
32 Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho.
33 Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad.
34 El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»
35 Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos dicendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?»
36 Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.»
37 Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
38 Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos.
39 Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.»
40 Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.
41 Y tomando la mano de la niña, le dice: « Talitá kum », que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.»
42 La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor.
43 Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.

domingo, 29 de enero de 2017

QUIERES SER FELIZ? ESTO TE DICE EL PAPA FRANCISCO


¿Quieres ser feliz? Esto es lo que te invita a hacer el Papa Francisco
Por Álvaro de Juana
 Foto: Lucía Ballester



VATICANO, 29 Ene. 17 / 06:23 am (ACI).- El Papa Francisco reflexionó sobre las “Bienaventuranzas” desde el balcón del estudio pontificio del Palacio Apostólico del Vaticano antes de rezar el Ángelus, y aseguró que para ser feliz hay que llevarlas a cabo, hacerlas concretas en la propia vida.

“El pobre en espíritu es el cristiano que no se confía en sí mismo, en sus riquezas materiales, no se obstina en sus propias opiniones, sino que escucha con respeto y está dispuesto a las decisiones de otros”, dijo Francisco.


Al comentar las lecturas del día, Francisco señaló que “Jesús manifiesta la voluntad de Dios de conducir a los hombres a la felicidad”. “En esta predicación Jesús sigue un camino particular: comienza con el término ‘dichosos’, es decir, felices; prosigue con las indicaciones de las condiciones para ser así y concluye haciendo una promesa”.

El Papa explicó que “se parte de condiciones de desgracia para abrirse al don de Dios y acceder al mundo nuevo, el ‘reino’ anunciado por Jesús. No es un mecanismo automático, sino un camino de vida en el seguimiento al Señor, cuya realidad de dificultades y aflicciones es vista desde una perspectiva nueva y experimentada según la conversión que se realiza”.

“No se es dichoso si uno no se convierte en grado de apreciar y vivir los dones de Dios”, aseguró el Papa.

Francisco comentó después la bienaventuranza “dichosos los pobres de espíritu” y dijo que “el pobre de espíritu es aquel que ha asumido los sentimientos y las actitudes de esos pobres que en su condición no se rebelan, sino que saben ser humildes, dóciles, disponibles a la gracia de Dios”.

“La felicidad de los pobres de espíritu tiene dos dimensiones: respecto a los bienes materiales es la sobriedad, no necesariamente renuncia, sino la capacidad de vivir lo esencial, de compartir; capacidad de renovar cada día el estupor por la bondad de las cosas sin sobrecargarse en la opacidad del consumo voraz”.

“Cuanto más tengo, más quiero y esto mata el alma. El hombre o la mujer que haga esto no será feliz”, manifestó.

Por otro lado, “respecto a Dios y a su alabanza, es el reconocimiento de que el mundo es bendición y que en su origen está el amor creador del Padre. Pero es también apertura a Él, docilidad a su señoría, que ha querido el mundo para todos los hombres en sus condición de pequeñez”.

“¡Si en nuestras comunidades hubiese pobres de espíritu habría menos divisiones, contrastes y polémicas!”, exclamó. “La humildad como la caridad es una virtud esencial para la convivencia en las comunidades cristianas”, añadió.

viernes, 27 de enero de 2017

PAPA FRANCISCO ADVIERTE SOBRE EL PECADO QUE NOS PARALIZA Y NOS QUITA LA VALENTÍA


El Papa Francisco advierte sobre el pecado “que nos paraliza” y nos quita la valentía
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano.



VATICANO, 27 Ene. 17 / 06:18 am (ACI).- El Papa Francisco, durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta el 27 de enero, animó a los cristianos a ser valientes y a confiar en Dios, porque “Dios nos libra de la pusilanimidad, ese pecado que nos paraliza, que nos quita la esperanza, la valentía, la paciencia”.

Ese pecado, advirtió, “nos hace tener miedo de todo" y "nos quita la memoria del paso de Dios por nuestras vidas”.


El Santo Padre también recordó las palabras de la Carta de San Pablo a los Hebreos: “hermanos, traed a la memoria los días pasados”.

“La memoria de los días del entusiasmo, del andar adelante en la fe, de los primeros pasos en la fe. No se entiende la vida cristiana sin memoria. No solo no se entiende, sino que no se puede vivir cristianamente sin memoria. La memoria de la salvación de Dios en mi vida, la memoria de los problemas de mi vida”, señaló el Papa.

“Nos preguntamos: ¿de qué forma el Señor me ha salvado de estos problemas? La memoria es una gracia: la gracia de pedir”, explicó.

El Papa exhortó a pedir: “‘Señor, que no me olvide de tu paso por mi vida, que no me olvide de los buenos momentos, tampoco de los malos, de la gracia de la cruz’. El cristiano es un hombre de memoria”.

Francisco destacó otro aspecto importante presente en la Carta a los Hebreos: la esperanza.

“La esperanza, mirar al futuro. Así como no se puede vivir una vida cristiana sin la memoria de los pasos dados, tampoco se puede vivir una vida cristiana sin mirar al futuro con la esperanza del encuentro con el Señor”.

El Santo Padre señaló que “la vida es un suspiro, ¿verdad? Pasa. Cuando uno es joven piensa que tiene mucho tiempo por delante, pero luego la vida nos enseña aquella expresión que decimos todos: ‘¡cómo pasa el tiempo! ¡Esta persona, que hace poco era un niño, y ahora se casa! ¡Cómo pasa el tiempo!’”.

La Carta a los Hebreos, dijo, invita a vivir el presente “con valentía y paciencia”, aunque sea “muchas veces doloroso y triste”.

El Santo Padre explicó que “todos somos pecadores, pero seguimos adelante con valentía y con paciencia. No nos quedamos quietos, cerrados, porque eso no nos hará crecer”.

El Papa advirtió contra el riesgo de excedernos en la prudencia: “no arriesgarse, ser prudentes. Sí, es cierto, la prudencia, pero también te puede paralizar, te puede hacer olvidar la gracia recibida, te puede quitar la memoria, te puede quitar la esperanza porque no te deja avanzar”.

También comparó a un cristiano con el alma restringida con una persona que viste con ropas de mala calidad y que, cuando le sorprende un aguacero por la calle, se contraen los tejidos: “eso es tener el alma restringida, eso es la pusilanimidad. Se trata de un pecado contra la memoria, la valentía, la paciencia y la esperanza”.

“El Señor nos hace crecer en la memoria, nos hace crecer en la esperanza, nos da, cada día, coraje y paciencia, y nos libra de la pusilanimidad, del tener miedo de todo. Cuidado con tener el alma restringida para conservarla. No olvidemos las palabras de Jesús: ‘Quien quiera conservar la propia vida, la perderá’”, dijo.

Lectura comentada por el Papa Francisco:

Hebreos 10:32-39

32 Traed a la memoria los días pasados, en que después de ser iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate,


33 unas veces expuestos públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras, haciéndoos solidarios de los que así eran tratados.

34 Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una riqueza mejor y más duradera.

35 No perdáis ahora vuestra confianza, que lleva consigo una gran recompensa.

36 Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido.

37 Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza.

38 Mi justo vivirá por la fe; mas si es cobarde, mi alma no se complacerá en él.

39 Pero nosotros no somos cobardes para perdición, sino creyentes para salvación del alma.
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